MEDIO BIO-FÍSICO
INTRODUCCIÓN
El paisaje ordenado de El Ejido se reparte entre núcleos de población y campos. Aquí el adjetivo rural tiene un sentido muy rico y designa un conjunto de formas y de acciones vinculadas a la vida del campo, pero al constituir un área de gran desarrollo las delimitaciones y las distinciones entre lo urbano y lo rural son cada vez de más delicada fijación.
Cierto número de datos nos confirma el carácter urbano de El Ejido, que ejerce una gran influencia sobre su entorno, entre otras cosas al ofrecer un conjunto de servicios, no sólo para sus propios habitantes sino para los de los núcleos vecinos o los de su entorno.
En la planificación urbanística debe partirse de la evaluación de los ecosistemas y de una actuación sociológica, teniendo presente que la calidad de vida no puede separarse del cuidado del medio ambiente, por lo que las obras necesarias para el desarrollo hay que hacerlas sin agredir el medio natural.
En la comarca de El Ejido la organización del espacio se basa en la existencia de un conjunto de redes diversificadas, complejas y complementarias, siendo sus nudos más fuertes los diferentes núcleos de población.
En El Ejido nos encontramos con el barrio de residencia y con el barrio de trabajo que se insertan en una aglomeración más o menos vasta de la que el individuo recorre únicamente ciertas partes, siendo el recorrido mayor cuando se desplaza a la explotación agraria. Tenemos que añadir los lugares de vacaciones y de distracción a los que va eventualmente los fines de semana o con motivo de las vacaciones o del periodo de inactividad agrícola. Estos lugares se centran en la franja costera: Almerimar, Balerma, Guardias Viejas.
El barrio rural en El Ejido tiene gran personalidad y se define por una disposición particular de los campos y del hábitat. El conjunto está polarizado por un pequeño núcleo en el que se localizan los servicios elementales: escuelas, médicos,farmacias, comercios…: San Agustín, Las Norias, Santa María del Águila, Pampanico, Matagorda, Guardias Viejas, Balerma.
El paisaje en El Ejido se reparte entre el espacio urbano y el espacio rural, con unos límites cada vez más cambiantes. En una población de gran dinamismo como es la ejidense se hace muy necesario ordenar mediante una normativa este espacio urbano, ya que su influencia se ejerce sobre el espacio rural inmediato e incluso sobre otras aglomeraciones situadas fuera del término municipal. La influencia de El Ejido abarca hasta áreas bastante alejadas (regionales, nacionales e incluso internacionales).
El paisaje de El Ejido está formado por elementos que se articulan unos en relación con los otros. Algunos pertenecen al ámbito natural: geología, clima, aguas... Los demás constituyen el ámbito vivo: comunidades vegetales y animales. Finalmente los últimos en llegar, pero los protagonistas decisivos son los grupos humanos que instalados en el ámbito natural transforman este y el viviente, transformación que hay que insertar e integrar en el espacio y en el tiempo, precisamente El Ejido es un claro ejemplo de estas transformaciones en el espacio y en el tiempo, pues se ha llegado a cambiar el concepto de clima y de suelo.