Resultados

RESULTADOS

Sobre las siguientes líneas se muestran los resultados de este estudio, desglosado de la siguiente forma. En primer lugar, se expresan los cálculos llevados a cabo para la obtención de las tasas demográficas que se han utilizado en los diferentes casos de proyección de la población del 1 de enero de 2.000. Más adelante, una vez ensayados éstos sobre la población de 1996 y advertida la insuficiencia de las tasas de migración “oficiales”, se muestran las correcciones efectuadas y se comprueban la validez de las mismas. Finalmente, se expresan los resultados de las distintas proyecciones demográficas.

OBTENCIÓN DE LAS TASAS DEMOGRÁFICAS.

La Tabla I muestra la estadística por edad y sexo de la inmigración de EL EJIDO, en la que se indican las frecuencias de entradas de individuos por cambio de residencia, ocurridas entre el 1-05-1996 y el 1-01-2000 (tres años y ocho meses). Esta distribución pone de manifiesto el carácter selectivo de la inmigración para el sexo y para la edad, especialmente practicada por los jóvenes adultos en edad reproductora y, en menor medida, por sus descendientes (Figura 1). De forma análoga, la Tabla II expresa la Estadística por edad y sexo de la emigración, indicando la frecuencia de salidas por cambio de residencia, registradas entre ambas fechas. Este proceso demográfico se comporta también de forma distinta cuando se atiende al sexo y a la edad, pues destaca la emigración activa de los jóvenes reproductores y, en menor medida, la pasiva de sus hijos (Figura 2). Con el saldo migratorio neto referido al año, se han obtenido las tasas de migración por edad en mujeres y varones (smm y smv, respectivamente; Tabla IV), que corrobora el distinto comportamiento de la migración respecto a la edad y el sexo. Mientras que la movilidad es mínima de los 50 a los 80 años, alcanza sus máximos valores ente los 20 y los 35 años. La migración mediana observada en las clases infantiles y en la senil de 80 a 85 años hay que atribuirla a la migración pasiva, en la que los individuos cambian de residencia acompañando a sus padres y descendientes, respectivamente. Por lo que respecta al sexo, globalmente, la migración masculina (37.13) casi dobla a la femenina (20.27). Por grupos de edad, esta diferencia sexual se mantiene, e incluso se incrementa, en las edades de máxima movilidad (26.10, en mujeres y 52.77, en varones), hacia los 25-29 años. Por el contrario, prácticamente no hay diferencias significativas en las edades bajas y, sólo ligeramente en las seniles, en que la movilidad femenina aumenta respecto a las masculina, debido a que a esta edad los varones son ya minoritarios como consecuencia de la supermortalidad masculina.

La Tabla III refleja la Estadística de Defunciones por edad y sexo de EL EJIDO, en la que se pone de manifiesto cómo la distribución del riesgo de muerte está en función de la edad y, en menor medida, del sexo (Supermortalidad masculina). Una vez referida esta estadística al año, dividiendo por 3.67, se obtuvieron las tasas específicas de mortalidad por edad (mx) para ambos sexos reunidos (Tabla IV). En la actualidad, el modelo de mortalidad de EL EJIDO se caracteriza, en primer lugar, por una tasa de mortalidad infantil (número de defunciones menores de un año por cada 1000 nacimientos) muy baja, pero superior a la de los primeros tramos de edad. Esto determina que la probabilidad de muerte a los 0-5 años de edad se sitúe ligeramente por encima del 1%o (1.27%o). Luego, se mantiene por debajo del l %o hasta los cuarenta años, en que se inicia un ligero aumento hasta 15%o, a los setenta años. Finalmente, la tasa aumenta más aceleradamente, hasta superar el 165%o, en personas con más de 90 años (Figura 3). Se aprecia también una leve subida del riesgo de muerte de los jóvenes en edad reproductiva, entre los 20 y los 30 años, que sólo puede estar relacionada con causas externas, como accidentes de tráfico, etc.

El Modelo de Fecundidad de EL EJIDO, estimado a partir de las tasas específicas de fecundidad por edad (fx) muestra que la fertilidad local, así como la española en general (Tabla IV), aumenta desde un mínimo por debajo de los 20 años (20.48 y 7.3, respectivamente), hasta alcanzar un máximo a los 25-29 años, en el municipio almeriense (102.46), y a los 30-34 (84.79), en España. Finalmente, la fertilidad de las mujeres inicia un retroceso hasta anularse con la menopausia (Figura 4).

CORRECCIÓN DE LA MIGRACIÓN: RETROPROYECCIÓN 1996/2001.

La tabla V muestra, de forma resumida, la distribución de frecuencias de altas y bajas por causas. Puede observarse que, además de las 2689 altas por nacimiento (NA) y 6867 por cambio de residencia (CR), aparecen hasta 3890 nuevas altas por omisión (OM) y una más, por inscripción indebida (II). Teóricamente estas altas corresponderían a individuos ya residentes en EL EJIDO en mayo de 1996, pero que no fueron empadronados. Sin embargo, en la práctica, también serían nacimientos y cambios de residencia no inscritos, no habiendo forma de averiguar cuántos correspondían a cada caso, según información del Servicio de Estadística del Ayuntamiento. De forma análoga, por lo que respecta a las bajas, se registraron 794, por defunción y 3890, por cambio de residencia (CR), pero también 271 más, entre duplicaciones (DU) e inscripciones indebidas (II). Ante este levado número de casos dudosos, antes de realizar las proyecciones en los cuatro casos propuestos, se valoró la validez de los parámetros demográficos obtenidos a partir de los ficheros de Alta y Bajas (oficiales), ensayándolos previamente sobre la población del 1 de mayo de 1996 (Padrón municipal; Tabla VI y Figura 5). Se obtuvo la proyección demográfica al 1 de enero de 2001 (el programa DEMO sólo calcula la población cada cinco años) y fue, posteriormente, contrastada con la población existente un año antes, el 1 de enero de 2.000. Los resultados (Tabla VII) denotan la escasa validez del movimiento migratorio estimado a partir de los datos oficiales. En efecto, el tamaño demográfico proyectado al 1 de enero de 2001 (52.939 habitantes) resultó inferior al ya existente un año antes (53.299 h.). En consecuencia, se procedió a corregir el modelo de migración atendiendo a la orientación municipal del Servicio de Estadística, en el sentido de que probablemente en torno al 70 % de los casos OM podrían ser inmigrantes. A partir de un programa estadístico, que incluía al azar esta fracción de casos OM en las Altas por inmigración (CR), fueron corregidos los saldos migratorios por edad, en mujeres y varones (smm´ y smv´, respectivamente; Tabla IV). Los resultados obtenidos indican una inmigración muy elevada, que dobla a la oficial, tanto para el conjunto de los dos sexos reunidos como por separado (20.27 frente a 10.58 y 37.13 frente 19.40, en mujeres y hombres, respectivamente).

Como consecuencia de tan importante entrada de individuos en la población, el crecimiento demográfico experimentado por cambio de residencia, entre la fecha del ultimo padrón y principios del 2.000, ha sido considerable (3.6% anual).

Por lo demás, las tasas de migración corregidas muestran una distribución por edad y sexo que se mantienen en concordancia con la primera estimación. Efectivamente, la movilidad mínima se sigue situando entre los 50 y los 80 años y la máxima, entre los 20 y los 35. Se observa además una mediana migración pasiva, que corresponde a las clases infantil y senil, sobre todo a los 80-85 años. La migración masculina dobla también a la femenina en las edades de máxima movilidad (38.601, en mujeres y 84.674, en varones), pero resulta, en general, sin importantes diferencias sexuales en los grupos de edad ajenos a la reproducción. El 30% restante de casos OM correspondería a nacimientos no inscritos y a individuos ya residentes en 1996, tampoco inscritos. Esta ultima fracción estaría compensada con las bajas DU e II, de modo que se repitió la proyección al 2001 con las nuevas tasas corregidas.

La proyección ahora obtenida (TABLA VIII) mostraba un tamaño demográfico de 56.372 habitantes en 2001, que sí parecía estar ya en concordancia con la población del año anterior. En efecto, el crecimiento demográfico real, entre el 1 de mayo de 1996 y el 1 de enero de 2.000 fue del 13.16%, en 3.67 años, lo que supone una tasa de crecimiento anual del 3.6%.

Paralelamente, el crecimiento demográfico estimado hasta el 1-01-2001 fue del 19.11% en 4.67 años, es decir, una tasa de crecimiento anual del 4.09%. Este crecimiento está ahora en consonancia con el experimentado realmente en un periodo tiempo muy parecido. Por lo tanto, el nuevo modelo de proyección parece dar validez a la corrección de las tasas de migración. En todo caso, esa pequeña diferencia también podría ser explicada por un crecimiento demográfico exponencial y no lineal. O también, admitiendo que las tasas corregidas habrían sido ligeramente sobrestimadas, lo que se tendrá en cuenta más adelante.

PROYECCIÓN DEMOGRÁFICA 2000/2005/2010.

Dando por bueno, pues, el nuevo modelo de análisis, se procedió a realizar la proyección de la población de 1-01-2000 (Tabla IX; Figura 6) al 2010, en las cuatro alternativas propuestas de evolución de las tasas demográficas.

CASO 1. Crecimiento demográfico optimista. En este supuesto, la población alcanzaría 63585 habitantes, en 2005 (Tabla X) y 75.358, en 2010 (Tabla XI), lo que supone una tasa anual de crecimiento del 4.13%. Si aceptamos correctos los supuestos de proyección, los resultados indicarían un crecimiento demográfico exponencial y, por tanto, superior al experimentado en la década anterior. Pero de poder demostrar que el crecimiento fue lineal, entonces habría que inferir que la corrección de la migración, con la inclusión al azar del 70% de casos OM, fue en realidad ligeramente sobrestimada y que el tamaño demográfico en 2010 debería ser ligeramente inferior. La representación gráfica de la estructura por edad y sexo alcanzada en 2005 y 2010 se muestran en las figuras 7 y 8a, respectivamente.

CASO 2. Crecimiento demográfico moderado-alto. La población rozaría los 75.000 habitantes en 2010 (Tabla XII; Figura 8a). En 2005, el tamaño demográfico en este supuesto -y en los siguientes- sería idéntico al anterior (63585) debido a que, en el modelo propuesto de evolución de los parámetros demográficos, el proceso se inicia con los valores actuales durante el primer quinquenio, produciendo el primer cambio a partir del siguiente, en 2005/2010. El crecimiento demográfico anual es ahora ligeramente inferior (4.07%), pero muy próximo al del caso anterior. Esta pequeña diferencia se debe a que aquí se supone constante la migración, que no olvidemos es muy elevada, y sólo se reduciría ligeramente la ya menguada fertilidad local, que sólo puede afectar -y muy poco- a la primera clase de edad.

CASO 3. Crecimiento demográfico moderado-bajo. La población alcanzaría 72.197 habitantes en el 2010 (Tabla XIII; Figura 8b). Esta estimación implica un crecimiento demográfico anual sensiblemente inferior (3.56%) y casi idéntico al que experimentó la población entre mayo de 1996 y enero de 2.000. Con relación a los dos casos anteriores, la significativa diferencia de unos 3.000 individuos menos se explicaría porque, a pesar de permanecer estabilizado el modelo de fecundidad, se propone que la elevada inmigración se vaya paulatinamente reduciéndose, desde 2005, hasta alcanzar saldos migratorios nulos, en 2015.

CASO 4. Crecimiento demográfico pesimista. La población no superaría los 72.000 habitantes en 2010 (Tabla XIV; Figura 8b). Se trata de la alternativa más "pesimista", con el crecimiento demográfico anual más bajo (3.49%). Sin embargo, resultada paradójico llamarle pesimista porque, aunque la tasa resulta inferior incluso a la registrada en la década anterior, es no obstante muy importante todavía. Ello es debido a que la reducción de la fertilidad sería de muy escasa repercusión, como se ha comentado anteriormente, y porque el retroceso de la migración propuesto sería paulatino y, por consiguiente, la entrada de inmigrantes sería elevada aún durante el segundo quinquenio 2005/2010.

Ante la escasa repercusión de la fecundidad diferencial sobre los cuatro casos en que se ha realizado la proyección de la población del 1 de enero de 2000, las diferencias que se obtienen son significativas exclusivamente en las alternativas más extremas. En consecuencia, se discutirán los resultados atendiendo especialmente a los casos optimista y pesimista. Se comenta, en primer lugar, la evolución del tamaño demográfico y, posteriormente, se describe la estructura actual (1-01-2000) y su futura evolución hasta el 2010. Finalmente, se interpreta la relación terciaría de sexos y las tasas de masculinidad, así como la distribución de los individuos por grandes grupos de edad y el índice de envejecimiento y su evolución durante los próximos años.

 

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